Este puente he estado en Madrid, que es una ciudad muy visitada y en la que podemos observar diferentes elementos arquitectónicos como, la Plaza Mayor, Puerta del Sol, Museo del Prado… entre muchos otros.

Mientras que yo iba caminando por el «Paseo de la Castellana» me encontré con un edificio que me sorprendió bastante, ya que tenía una forma muy particular y simétrica, este edificio al que me refiero son las «Torres Kio». Cuando lo ví me sorprendí, ya que yo he estado varias veces en Madrid y nunca me había fijado de ellas.

Una vez ya en mi casa, me quedé con mucha curiosidad y me puse a buscar información.

Las Torres Kio fueron los primeros rascacielos inclinados del mundo. Tiene 115 metros de altura con una inclinación de 15 grados y 27 plantas. El secreto para aguantar de pie está en que la mayor parte de su peso se sitúa sobre un eje central de acero mientras que la parte más inclinada es más ligera. Una curiosidad es que el ascensor no llega hasta la última planta a causa de su inclinación.

Podemos observar la curiosa forma que tienen. Cuando las vemos por primera vez, la primera pregunta que nos hacemos es -¿cómo es posible que sean estables?-.

La solución estructural es lograda a través de acero estructural, unido a un núcleo rígido, una caja prismática de hormigón armado que alberga las escaleras y ascensores.

Para contrarrestar el empuje de los pisos hacia el lado inclinado, un sistema de cables une la parte alta del edificio con un contrapeso subterráneo ubicado en el lado opuesto .
Al mismo tiempo se optó por elementos triangulares que dieran rigidez a la estructura y eviten deformaciones.